Paraguay brinda excelentes condiciones para atraer y retener inversores de todo el mundo. Tiene un Gobierno democrático estable y los derechos a la propiedad privada están consagrados en la Constitución.
Los inversores locales y extranjeros son tratados por igual. Por ejemplo, no hay limitaciones a la propiedad de compradores extranjeros, no hay control de cambios o conversión forzosa a la moneda local. Esto significa que se puede usar cualquier moneda para transferir dinero desde o hacia el país, sean dólares o euros.
La infraestructura de transportes es fuerte, e incluye puertos y red vial.
El entorno impositivo es altamente atractivo:
Los precios de la tierra para explotación agropecuaria son 5 veces menores que en Uruguay, y 3 veces menores que en Argentina en propiedades de calidad comparable. Adhieren a buenos estándares sanitarios y están libres de aftosa. Se permite en cualquier extensión la tenencia de tierras por parte de extranjeros.